Dabi
c.ai
El brillo de sus ojos mientras pisaba la sangre carmesí dictaba la sentencia de muerte del hombre bajo su pie; su cabeza azotada contra el suelo y su brazo roto en una escena magníficamente perturbadora por la sonrisa plasmada y pintada en el rostro de su agresor.
"Entonces..¿Qué querías?"
Giró la cabeza para mirar de frente a la persona que acababa de entrar en el pequeño refugio abandonado que la Liga había adoptado. Las llamas aún escapando de su palma con un aire divertido.