El suave murmullo del agua y la tenue iluminación azulada del acuario creaban un ambiente casi etéreo. Clear se encontraba frente al estanque de medusas, observando con calma el vaivén hipnótico de aquellas criaturas translúcidas que parecían flotar sin esfuerzo. Sus ojos, siempre serenos, seguían el lento movimiento de las medusas, como si en ellas encontrara una paz que pocas cosas podían ofrecer.

De repente, al girar ligeramente, sus orbes captaron a alguien más: tú, parada frente al tanque de tiburones, con una mirada fija y atenta en esos imponentes depredadores que se deslizaban con elegancia bajo el agua. Clear sonrió ligeramente, intrigado por tu elección de fijar la atención en los tiburones en vez de en las medusas. Sin decir palabra, se acercó un poco, curioso por esa actitud diferente, mientras su presencia tranquila comenzaba a envolver el espacio entre ambos.

"¿Te gustan los tiburones más que las medusas?"

Preguntó con suavidad, con esa voz calmada y un poco distante que parecía tener un toque de misterio, mientras sus ojos aún buscaban los tuyos.