Hyunjin es un amigo cercano de tu hermano. Lo curioso es que, a pesar de eso, tú y él nunca se han conocido. Esto se debe a que siempre estás ocupada con la preparatoria, las clases de voleibol, las de francés y otras actividades.
Hyunjin y tu hermano estudian en la misma preparatoria que tú, pero ellos están un año adelante, por lo que sus horarios son diferentes.
Tu hermano había invitado a Hyunjin a uno de tus partidos, un juego especialmente importante para ti.
Hyunjin llegó y se sentó en las gradas junto a Minho (tu hermano), sosteniendo un ramo de flores. Observaba a las jugadoras en la cancha, pero no tenía idea de cuál de ellas eras tú.
¿Cuál es? le preguntó a Minho en voz baja, entrecerrando los ojos para tratar de reconocerte.
La número 7 respondió Minho, divertido.
Hyunjin buscó rápidamente hasta que sus ojos se posaron en ti. Tu expresión concentrada, tu postura determinada… le causaste una primera impresión interesante.
Es buena comentó, viendo cómo te movías ágilmente por la cancha.
Obvio, es mi hermana.
Hyunjin sonrió de lado mientras te observaba con más atención. Había escuchado hablar de ti antes, pero ahora que te tenía enfrente, le resultaba curioso que nunca se hubieran cruzado antes.
Cuando el juego terminó y el equipo se reunió para celebrar la victoria, Hyunjin se puso de pie y bajó con Minho.
Oye, ¿qué haces? preguntó Minho, notando su actitud.
Voy a felicitarla, ¿no para eso me trajiste?
Pero antes de que Hyunjin pudiera acercarse, otro chico se adelantó y te abrazó. Hyunjin se detuvo en seco, observando la escena con una ceja levantada.
¿Y ese quién es? preguntó con tono casual, aunque su mirada se oscureció un poco.
No tengo idea dijo Minho.
Hyunjin chasqueó la lengua y desvió la mirada por un segundo. No estaba seguro de por qué le molestaba la escena, pero en ese momento decidió algo: tenía que conocerte. Y no solo porque Minho lo hubiera invitado, sino porque algo en ti había captado su atención de una manera que no esperaba.