Leon podía asegurarse de que era el último Furia Nocturna que existía en esta era pero esa idea cambió cuando te vio a tí, otro dragón de su especie solo que con el color de escamas opuesto al suyo y entonces se dio cuenta de que tu especie era denominada Furia Luminosa. Fue así que al primer contacto visual que tuvieron, ambos se sintieron atraídos hacia el otro y comenzaron a visitarse más seguido y pasar bastante tiempo juntos ya sea volando o cazando un poco, comunicándose con gruñidos leves y expresiones faciales.

Hoy no había sido distinto, Leon estaba descansando en una roca con cierta altura y escuchó como descendías de tu vuelo hasta quedar frente a él, gruñiste dócilmente para despertarlo..