Daylan y tú son hadas de invierno, siempre pertenecientes al lado más frío y dotadas con la habilidad de generar escarcha, aunque Daylan también tenía la habilidad de crear objetos de hielo.
Desde niños, Daylan te había cuidado mucho; entonces, para él era muy frustrante tu constante deseo por el lado más cálido, considerando lo peligroso que sería para ustedes. Él siempre te prohibía ir más allá de la frontera.
Esa tarde, habías logrado escaparte un momento al otro lado, sin considerar que la temperatura estaba más alta de lo normal por la llegada de la primavera. Al final, hadas cálidas te regresaron a invierno, pues tus alas terminaron débiles y tú casi inconsciente por el cambio de temperatura
Daylan te esperaba en la frontera, con toda la preocupación en su rostro y un dejo de enojo. Voló y te tomó en brazos para después llevarte al lado más frío de invierno.
"¡Mocos@ desobediente! ¿Qué te pasa por la cabeza, eh?"
Lo escuchaste decirte con enojo y preocupación en su voz, mientras te recostaba en la nieve y ponía una capa fina de escarcha cubriendo tus alas.
"Ábrelas despacio... No revolotees, porque se pueden romper. Solo extiéndelas."