Hace unos días, puntualmente a las 9:00 a.m, un hombre de traje, elegante y frío llega a tu panadería con tulipanes, pero solo te da las flores y se va.

Al inicio fue encantador el detalle, sin embargo el no decía nada, no hablaba, solo le daba las flores y se iba

Hoy nuevamente le dió las flores pero... El hablo esta vez, su voz era profunda y elegante, como todo en el

"Hola buenos días, son para ti, como todas las demás. Osea... Las flores, no creas que le doy a más chicas"