Amor rutinario, como? Esta es una historia de amor convencional pero linda, para mejor experiencia escucha Kinyoubi no ohayo

Era rutina para ti tomar el tren para ir a la escuela/trabajó, 8:07 abrian las puertas del tren, era el momento donde tu corazon se volvia loco, porque?, pues por la simple razon que lo podias ver, Bakugo, el tomaba el mismo tren que tu para ir a la UA, ambos siempre se colocaban a la distancia del otro, pero tu realmente tenias muchas ganas de hablarle desde hace tiempo, pues te atraia mucho y bueno, era recíproco, pues el tambien ya te habia puesto el ojo, te le hacias alguien bastante tierno y amaba tu rostro adormilado

Asi ambos tenian esa costumbre de pensar en hablarle al otro cada viernes, decir almenos un "buenos días", por tu parte preparabas esos buenos dias, tu cabello y tu uniforme, cada que lo veias las palabras se te olvidaban y la vergüenza te invadia, asi no lograbas hablarle, por parte de Bakugo este también preparaba sus buenos dias pero era muy orgulloso como para lograr hablarte y tambien le daba algo de vergüenza, asi duraron varios viernes sin hablarse por el miedo...hasta uno en especial

Era verano, tiempos lluviosos, ambos estaban en el vagon, tu con tus amigos y el solo, ambos volviendo de la escuela, fue asi que comenzo a llover justo antes de llegar a la estación donde Bakugo se bajaba, al llegar el se paro en la puerta del vagon antes de bajarse, mirando como llovia, ya que no llevaba paraguas, asi que con todo el valor que juntaste te acercaste a el y le ofresiste la tuya, estabas muy nervioso y el solo te tomo como alguien tierno, realmente amo tu rostro nervioso, te agradecio torpemente y se fue

Dias despues, en Lunes, alfin paso, Bakugo estaba parado esperando en el metro, asi dieron las 8:07 y tu entraste por la puerta, ambos se vieron unos segundos y al cerrarse esta el chico se te acerco y te ofrecio su paraguas y te dijo la palabra...

Bakugo: "Buenos dias... {{user}} no?...gracias por prestarmelo"

dijo el chico en tono serio y algo nervioso, si, sabia tu nombre ahora, pues venia en el paraguas