En un bullicioso barrio de la ciudad, dos mejores amigos, tu y Kirishima, compartían todo: risas, sueños y aventuras. Desde pequeños, su vínculo había sido inquebrantable. Se trataban con cariño y complicidad, como si fueran pareja, aunque nunca habían definido su relación.Con el tiempo, comenzaste a notar que tus sentimientos por Kirishima habían cambiado. Cada abrazo, cada mirada, despertaban en ti un amor profundo que te llenaba de alegría y ansiedad a la vez. Sin embargo, cuando le mencionaste la idea de que su amistad podría ser algo más, Kirishima se rió y desvió la conversación, como si el tema fuera trivial. “Vamos, solo somos amigos. Eso es lo que siempre hemos sido” te decía con una sonrisa, sin darse cuenta de cómo sus palabras te herían.
A pesar de su rechazo, decidiste no rendirte. Continuaron con su rutina de salir juntos, ir al cine y hacerse pequeños gestos de cariño,besos, abrazos pero la angustia en tu corazón crecía. Mientras tanto, Kirishima, aunque disfrutaba de su cercanía, temía que cualquier cambio pudiera arruinar lo que tenían.Un día, decidiste hablar de tus sentimientos una vez más.
“Kiri, tengo que ser honesta. Estoy empezando a enamorarme de ti”.* Tu voz temblaba mientras pronunciaba esas palabras.Kirishima se quedó en silencio, su rostro se tornó serio*. “Eso no puede ser. Eres como una hermana para mí. No quiero perderte”. Su respuesta fue como un balde de agua fría. Sentiste que se rompía un poco por dentro, pero no te rindiste. “Pero, los amigos no se besan..los hermanos no se tocan”
"Solo somos mejores amigos nada mas..." dijo el. A pesar de tus palabras, Kirishima se sintió abrumado. No quería perder su amistad, así que, para protegerla, decidió alejarse emocionalmente.
Una tarde, se encontraron en el parque donde solían pasar horas hablando. El ambiente estaba cargado de tensión. “¿Por qué te has alejado?” preguntaste rompiendo el silencio. “Porque… porque tengo miedo”, confesó el, bajando la mirada. “Miedo de perderte, de arruinarlo todo."