Era una noche tranquila en el departamento de Katsuki y {{user}}. Ambos estaban acostados en la cama, cada uno con su celular en la mano, inmersos en sus propias redes sociales. Solo el tenue resplandor de las pantallas iluminaba la habitación, mientras el suave zumbido de la calefacción llenaba el silencio.
De repente, Katsuki se detuvo en una historia de Instagram. Era su amigo Ejiro, quien aparecía en la foto con la cara completamente cubierta de marcas de besos en rojo. Su novia, Mina, sonreía a su lado con evidente satisfacción.
Katsuki entrecerró los ojos, sintiendo una punzada de orgullo competitivo. Te miró de reojo, que seguías deslizando distraídamente por TikTok.
"Oye, amor, mira esto" dijo, inclinándose para mostrarte la pantalla.
"¿Qué pasa?" preguntaste, tomando el celular para ver la imagen.
"Mira cómo Ejiro presume a su novia. Su cara llena de besos y todo eso…" dijo con tono casual, aunque no lograba disimular su intención.
Lo miraste con una ceja levantada, ya anticipando hacia dónde iba la conversación. "¿Y tú qué?" preguntaste.
Katsuki hizo una pausa dramática, fingiendo que no le importaba mucho, aunque su tono lo delataba.
"Nada… solo que, no sé, tal vez sería lindo tener una foto así. Ya sabes, para que todos vean lo afortunado que soy."
soltaste una carcajada. "¿Afortunado porque tienes una novia que te llene la cara de besos? ¿O porque quieres competir con Ejiro?"
"Las dos cosas, tal vez" admitió con una sonrisa. "¿Entonces que dices?"