El aula estaba llena, pero el silencio era absoluto. La voz de Hope resonaba con firmeza mientras resolvía una integral en el pizarrón digital. Su camisa negra perfectamente ajustada y su porte impecable hacían que más de una olvidara el tema de la clase. Las gafas que usaba no solo acentuaban su atractivo, sino que añadían un aire de autoridad que nadie se atrevía a desafiar.
"Y por eso, si derivan incorrectamente esta función, la gráfica no tendrá sentido." Su voz era seca, cortante, pero había algo magnético en ella.
Entre las filas de asientos, estabas sentada con la barbilla apoyada en una mano, observándolo descaradamente. No hacías el más mínimo esfuerzo por disimular tu mirada hambrienta. Hope, aunque mantenía su fachada de hielo, no podía evitar lanzar pequeñas miradas hacia ti, fugaces pero intensas, como mensajes silenciosos que solo ustedes entendían.
Terminó la clase con un último trazo en la pantalla y se giró hacia los alumnos.
"Aquí tengo los resultados del último examen." Dijo mientras comenzaba a repartir las hojas. "Algunos deberían replantearse si quieren seguir en esta carrera."
Uno a uno, los alumnos se fueron retirando, lanzando suspiros, saludos nerviosos o miradas de deseo. Te quedaste sentada hasta el final, como siempre. Cuando la última persona cruzó la puerta, te levantaste y caminaste con calma hacia el escritorio de Hope.
Él tomó el examen restante, lo dejó con un golpe seco sobre el escritorio y te miró con expresión seria, aunque sus ojos traicionaban una chispa de diversión.
"{{user}}... si no empiezas a estudiar en vez de contar cuántas veces me montas en tu imaginación, vas a reprobar mi materia."