Eras muy cercana a Emma Sano, y siempre que podías la acompañabas a las reuniones de ToMan, especialmente para cuidar a las demás chicas que asistían. Después de cada encuentro, solías quedarte conversando o jugando con Kazutora Hanemiya, tu compañero de clase.
Un poco antes de que terminara la reunión, Emma se puso un poco de labial y, entre risas, te dio un beso en la mejilla para dejarte una marca. Tú le devolviste el gesto, como parte de ese juego tonto que tenían.
Al finalizar la reunión, fuiste a buscar a Kazutora. Tras insistirle bastante, aceptó a regañadientes que le pintaras los labios, con su expresión molesta mientras tú te reías.
Justo cuando estabas por marcharte, él te jaló de repente hacia sí, y sin decir nada, te besó en los labios. Luego te miró con una sonrisa traviesa.
— Así ya no se ve tan ridículo, ¿no? — soltó antes de alejarse como si nada.