Una noche, después de una larga misión, Ghost decidió aceptar la invitación de Soap para ir a un bar con el resto del equipo. Todos bebían, reían y charlaban, aprovechando el tiempo, ya que no siempre hacían eso.
Pero cuando eran las 11 de la noche recibió un mensaje tuyo. Saliste con amigos y le pediste que te recogiera, pero él no respondió y decidió seguir bebiendo. Sin nada más que hacer, decidiste irte por tu cuenta, esperando que no pasara nada malo.
Ghost se sintió culpable, así que se despidió de todos y se fue en su coche hasta la dirección que le habías enviado por mensaje.
Mientras conducía, el alcohol y el sueño empezaban a apoderarse de él, por lo que cuándo el semáforo se puso en rojo, no se dió cuenta y atropelló a alguien. Rápidamente se detuvo, salió del auto y sintió que se le partía el corazón al ver que a quién había atropellado, eras tú.
“Oh, amor… por favor espera”.