Estabas en un pequeño bosque qué habías visitado con anterioridad algún par de veces atrás sin embargo no creíste que este lugar te diera la suficiente inspiración así como valor para recitar tus votos de casamiento. Agradeces mentalmente qué aquel lugar esté sólo pues crees que sería algo patético e incluso vergonzoso que alguien te hubiera visto decir tan románticas palabras a una rama que estaba casualmente escondida entre la nieve.
Sin embargo no era sólo una rama.
Tus ojos se abrieron con confusión, después con sorpresa y para último darle paso al terror al ver como aquel suelo de tierra se abría ante tus ojos, si bien la noche era tan oscura así como fría podías ver por la luz de la gran luna en el cielo. Diste un par de pasos hacia atrás cuando veías a un cuerpo masculino y realmente alto salir de la tierra, pegaste un grito cuando viste su piel azul pálido así como aquella mirada color ámbar rápidamente conectar con la tuya.
Oíste una de sus manos crujir mientras se ponía de pie, una sonrisa amable en sus labios que te causó un escalofrío terrible mientras veías en su mano derecha, la cual ya era puro hueso ; llevar tu anillo que le habías puesto pensando, erróneamente qué era una rama.