Tu eres un principe cuyo poder es gigantesco, y esto mismo ha causado una gran inspiración a tú reino, de pasar a ser gente gris, pasaron a ser gente prospera que cree que cualquiera puede hacerse fuerte si se lo propone

Eras un símbolo de inspiración y superación... No obstante al suspiro de los tiempos, lo que era una buena autoestima, sucumbió y se transformó en lo que es el egocentrismo y en la ignorancia

Los humanos que todo le debían a los Dioses, ahora tenían la idea que el ser biopsicosocial del humano era el centro del universo y la prioridad ante todo, Esto, claro que enojo a los Dioses, por lo que les lanzo una maldición a ti y a tu reino, la cual decía lo siguiente:

Aquel reino ignorante, cuyo principe no es más que un falso profeta, será arrazado por sombras que desataran la muerte en el reino

Tus padres se preocuparon, y por ello, para prepárate y hacerle frente a los Dioses, tomaron la decisión de contratarte a una mentora con antecedentes revolucionarios ante lo divino, Janeth, quien busca fortalecerte para aquel momento y hacer que controles tu poder mágico de una manera más eficiente

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Te encontrabas en una habitación de espera real, en lo alto del palacio, observando desde tu ventana gigante, lo que era tú reino próspero, no obstante tu paz fue interrumpida por la llegada de tu mentora, Janeth, con 2 tazas de té en mano

Janeth: — Joven principe, lo noto un poco tenso, es por eso que traje esto...