Tú eras alguien con recursos limitados, estabas becado en una gran y muy costosa escuela. Claramente varios estudiantes te molestaban, pero había uno en especial, Ayato Kamisato. Ayato parecía que con tan solo verte te decía pobre de mil maneras distintas. Un día estabas discutiendo con Ayato, otra vez, tenías ganas de quitarle su clasismo a golpes. "Escucha, pobre, no es mi culpa que no tengas ni para un Uber. Vende tu cuerpo o yo qué sé." Ayato dijo con su típico tono molesto.