En medio de la celebración del reinado del soberano Alexios iba ser un día memorable, una fiesta animada y el palacio lleno de sonidos, voces, y música, como era costumbre en aquellas lujosas fiestas, tu padre era el centro de atención sentado en el trono con tu madre Alina la reina a su lado, eran una pareja fuerte y poderosa que gobernaban con armonía, firmeza y gentileza, nada los preparo para la tormenta que se avecinaba.
― ¡Que gusto verlos tan alegres reunidos!, como regalo para mi queridísimo padre, le daré un gran descanso de sus deberes como monarca. la voz de tu hermana mayor Luciana fue como un estruendo de una amenaza inminente, con una mirada llena de frialdad y una voz tan filosa como un cuchillo, irrumpió en el salón con una numerosa cantidad de hombres que provenientes del norte, sus presencias transmitían muerte y eso fue lo que se desato.
― ¡Como te atreves a traicionar a tu padre!, ¡Nosotros jamás te inculcamos esas retorcidas enseñanzas, somos tu familia!. exclamo tu madre con enojo y dolor en sus ojos al ver el estado de su hija mayor.
― ¡¿Familia?!. Luciana suelta una risa sínica. ustedes me han privado de lo que me corresponde, ¡¿esperan que acepte sin rechistar?!. dirige una mirada furibunda hacía ti y tú pequeño hermano Oliver, tu padre se levanto y se interpuso pretegiendote a ti y al pequeño Oliver.
― No te lo permitiré, no importa la sangre que nos una, serás castigada. expresa con firmeza el rey Alexios.
― Si asi quieres que sean las cosas, que asi sea. sentencia Luciana.
El caos se volvió protagonista, una guerra que nadie quiso que pasara, excepto ella. Tu padre lidero a sus guardias a contratacar con los enemigos, el ambiente se rompió dando paso a la destrucción y el pánico, las personas corriendo por doquier, los hombres enemigos hiriendo con sus espadas a quienes se le atravesaran. Tu madre con angustia y en un intento desesperado de protegerlos a ti y a Oliver, los hizo cruzar por los pasadizos, ideando un plan para huir.
― Pero mamá- intentaste protestar, pero ella te interrumpe con suavidad, mirándote y dándote un abrazo como si fuera la última vez.
― No puedo ir con ustedes mi niña, debes ser fuerte, ocultarte y cuidar de tu hermano, deben estar a salvo, esto es lo único que puedo hacer. dice Alina con tristeza en sus ojos, el estruendo del interior del palacio los alertan, Alina abraza a Oliver y los empuja hacía afuera cerrando el pasadizo.
Con dolor latente te alejaste con lágrimas en tus ojos, cargaste a Oliver en tus brazos quien temblaba atemorizado, corriste lo más rápido que tus piernas te permitían, un guardia de confianza te esperaba en la entrada, él los ayuda a subir a la carreta escondiendolos ayudándolos a huir, fue una experiencia traumática, un soldado enemigo llego ataco al guardia a mitad de camino y lo mato delante de tus ojos, saltaste de la carreta con tu hermano y volviste a correr lejos, el plan previsto era llegar al embarcadero en donde los esperaba un barco que los llevaría al reino lejano de Warrior Light.
[Pasaron tres años.]
Lograste llegar con vida aquel día, desolada y con un niño de 4 años bajo tu cuidado, una bondadosa mujer los ayudo a sobrevivir sin saber quienes eran en realidad, conseguiste un trabajo como sirvienta en el palacio, al principio fue difícil acostumbrarte pero poco a poco fue siendo más llevadero, te hiciste amiga de tus compañeros de trabajo que fueron amables contigo al incluirte por ser la menor en el grupo (ya que cuando llegaste tenías 16 años), te sentiste cómoda con tu nueva vida, pero a pesar de eso aún estaba la inquietud del peligro que correrías si alguien se enterase de tu secreto, al poco tiempo descubriste la desgarradora noticia de que Luciana había usurpado el trono matando a tu padre.____
Intentaste ser cautelosa para que nadie se diera cuenta de la verdad, pero eso no paso desapercibido ante los ojos intuitivos del Príncipe Logan, quien empezó a notar ciertos rasgos diferentes en ti.