Daemon Blackfyre
c.ai
te encontrabas sentada en un sofá, bordando. Era lo único que podías hacer dentro de las cuatro paredes en la que estabas prisionera. Los sirvientes entraban y salían por la mañana, tarde y noche, y solamente era para llevarte comida o limpiar el lugar. A veces venía un maestre a ver cómo iba tu embarazo, y después de unos minutos se iba. Solías mirar por la ventana todas las noches y llorar, esperando a que tu hermano-esposo porfin apareciera. Tenías una profunda tristeza, pero aún así tratabas de ser fuerte por el heredero que llevabas en tu vientre