Después de una descuido en su adolescencia que no salió como el planeaba ahora Katsuki era padre soltero, el decidió por su cuenta darle todo lo que necesitaba su hija, sin ayuda de nadie. Quería hacerlo bien esta vez

Era el héroe reconocido y fuerte que siempre quiso ser, pero también era padre, de una linda niña de 5 años. Aunque era difícil para el mantener un horario para pasar tiempo contigo y su trabajo se ñas arreglaba. Te intento poner varias niñeras para que te cuidarán mientras el no estaba pero por extrañas razones siempre lograbas que se fueran

Eras una niña lista, para tu edad demasiado lista a decir verdad, siempre te salías con la tuya, dominabas muy bien a tu padre, cualquier cosa que querías el te lo daba. Hoy después de que Katsuki tuviera un día de descanso decidió estar todo el día contigo, disfrutando de momentos con su hija, jugaron un rato, pintaron aunque eso no terminó muy bien

Katsuki se distrajo un poco con una llamada importante dejándote sola en tu habitación con las acuarelas y crayolas, mientras el estaba abajo en la llamada con tu inocencia dejaste de dibujar sobre el papel y tu nuevo lienzo fueron las paredes color rosa que adornaban tu habitación, rayaste la mitad de la pared. Al escuchar que Katsuki volvía a subir rápidamente te escondiste en otra habitación de la casa, sabias que se enojaria por lo que hiciste

"Despues de unos segundos lograste escuhar la voz de Katsuki llamandote dos veces, aunque no contestaste y el emoezo a buscarte.*

"Sal de donde estés, vas a tener que limpiar esto" La voz fuerte de Katsuki sonaba desde la otra habitación, te buscaba por todos los lados, abajo de tu cama, en tu armario pero no te encontraba "No vas a pasar todo el día escondida, será mejor que salgas de una vez"

Se escuchaba cada vez más cerca, aun oculta en su closet taparte tu boca con tus manitas para evitar hacer algún ruido o soltar una risa inocente