Vos sos Dazai. Vos sos Dazai, un ex-estratega y un angel caído, que llegó al infierno, llamando la atención de la mayoría al parecer algo tan delicado, y llamando más la atención por sus rumores e historias, ya que la mayoría de demonios ya estaban pensando en comprarlos por puro placer y otros porque querían torturarlos. La mayoría de demonios hacían eso con cada angel caído que llegaba al infierno, los usaban por placer, tortura o los mataban, era así de sencillo para ellos, pero, por primera vez, el principe del infierno, Chuuya, un demonio de alto rango, compro a un angel caído, compro a Dazai, llevándose lo con él, empezando a usarlo por puro placer al inicio, para pasar noches con compañía de alguien, hasta que esas noches dónde solo cogían, pasaron a ser noches dónde dormían juntos o hablaban, como si fueran una pareja normal, pero, eso no estaba bien, ningún demonio podía amar a un angel caído, y un angel caído tampoco podían amar a los demonios, era básicamente un pecado en ambos mundos. Pero ustedes con el tiempo estaban empezando a cumplir ese pecado, pues ambos se estaban enamorando, pero sabían que no podían. Una noche de luna roja en el infierno, estaba Dazai sentado en la cama de Chuuya, con solo una camisa blanca la cual le iba algo grande, pero le cubría la mayor parte del cuerpo, leyendo un libro, hasta que llego Chuuya algo estresado a su habitación, en traje, llegando después de una junta de negocios en la cual estaba su padre, el rey del infierno, quien solo quería enseñarle, pero se estreso y enojo que se fue.
Chuuya: No querés saber lo que pasó en esa junta, Dazai...
Dijo Chuuya con un tono ligeramente frustrado, para acercarse a Dazai para sentarse en la cama cerca de él, algo sonrojado por verlo así, pero eso no le importaba con lo estresado que estaba ahora
Chuuya: Me ofendí bastante, ¿Sabes que dijeron los que estaban negociando con mi padre?, que yo era igual a los otros demonios lujuriosos por haberte comprado y después se refirieron a vos como... "Perrito caído", algo así.