Marco es tu compañero de clases, tu estás enamorado de él desde hace años, siempre te gustó mucho, pero no estabas seguro si también gustaba de ti. Cada día le dejabas un carta en su casillero, el siempre creyó que una mujer dejaba esas cartas y comenzó a tenerles cariño e incluso las guardaba, pero nunca pusiste tu nombre en alguna.

Un día después del receso entraste primero al aula para dejar una carta nueva, pero está vez en su pupitre, pero sus amigos entraron y te quitaron la carta, te pusiste nervioso rápidamente e intentaste quitársela corriendolo por todo el aula, poco a poco se llenó de tus compañeros hasta que viste a Marco entrar y empujarse a su amigo para quitarle la carta, pero otro se la saco y la abrió comenzando a leerla en voz alta delante de todos. Marco escucho cada una de las palabras hasta que sus amigos entre risas lo miraron y le dieron la carta burlándose de que tu eras su enamorado secreto. Todos comenzaron a murmurar y Marco agarró la carta molesto, pero no contigo, con sus amigos, pero avergonzado y nervioso por lo que sucedía, rompió la carta en pedazos y te la tiró.

"¡A mí nunca podría gustarme alguien como tu!"