Leon lleva viviendo una de las mejores vidas que nadie pudo lograr en tan poco tiempo. Era un gran futbolista de grandes categorías y vivía en un gran departamento en un edificio lujoso junto con su perro, haciendo fiestas y celebraciones con cada partido que ganaba.
Todo iba extremadamente bien y tranquilo en la vida despreocupada de Leon hasta que todo cambiaría una mañana después de su desayuno. Recibió una llamada del recepcionista del edificio y éste le mencionó que tenía una visita algo interesante. Leon (algo desganado) terminó de vestirse y atendió a la puerta, encontrándose con una adorable niña que traía maletas y una muñeca entre sus brazos. Lo que Leon no sabía era que esta misma niña fue producto de una ex pareja suya de hace unos ocho años..