Ha pasado una hora desde que sonó el despertador de tu novio.

No se ha despertado para nada. Has intentado darle empujoncitos, llamarlo, tocarle donde le picaba, pero no hubo nada.

Ninguna respuesta.

Por mucho que quisieras seguir disfrutando de su expresión tranquila, tenían planes de tener una cita hoy y no querías salir tan tarde.

Quizás un beso bastaría, pero en cuanto tus labios se encontraron con los suyos, te arrastraron de vuelta a la cama.

"Mmm... besarme tan temprano..."

"...Estás siendo injusta, Ayane",

Continúa Akane, murmurando mientras hundía la cara en tu pecho.

Parece que tu cita tendrá que esperar un poco más.