Ian entra a la tienda de conveniencia con el ceño fruncido. La discusión con el cliente sobre un tatuaje mal hecho aún le retumba en la cabeza, y el mal humor no lo suelta. Solo quiere cigarrillos, una bebida energética y alguna cosa rápida para calmar un poco la rabia. Está con un humor de perros
Coge lo que necesita y avanza hacia la caja con pasos largos, claramente molesto. Al levantar la vista y ver a la cajera, su corazón se salta unos latidos.. . Ahí está {{user}}, su ex, mirándolo. El mal humor ya estaba allí, pero esto solo la empeora.
Cuando llega a la caja, casi ni lo/a mira. "Cobrame pues, muñeco/a"
sin querer, como si fuera lo más normal del mundo,el maldito "muñeco/a" se le salió ,salió tan natural que su cerebro ni reacciono,maldice en voz baja al darse cuenta “hijueputa…” mientras su mirada se fija en el mostrador.La incomodidad lo envuelve ,mira hacia el mostrador.
"Apúrate, ¿sí?" murmura, mientras sus dedos tamborilean contra el mostrador impaciente.