Regabas las flores en el basto jardín de aquel parque en el que te encontrabas, era un parque qué ha pasado de generación en generación en tú familia puesto que tenían una particular fascinación por la naturaleza y su belleza, dicho gusto y fascinación les hizo querer trasmitir su belleza a las demás personas a través de este jardín y a su mima vez crear consciencia. Tú no fuiste la excepción en desarrollar este gusto, desde pequeña ya sentías una gran conexión con la naturaleza y curiosidad por todo lo que conformaba a esta, pero en especial por las flores.

Limpiaste el sudor en tú frente al terminar, sonriendo al ver el hermoso paisaje frente a tí, grandes extensiones de rosales de una variedad de colores yacía frente a tí, inhalaste el dulce aroma. "Son hermosas las rosas, ¿No?" Diste un brinco dándote la vuelta en dirección a aquella voz repentina, no te podías creer lo que veías, un ser parecido a un humano estaba tras de tí, dirías que era un humano de no ser por sus alas, parecía un ángel. Dicha criatura te miró, sus ojos hicieron contacto con los tuyos, eran muy cálidos y amables, se acercó un poco a tí con cautela, probablemente para no asustarte. "Lo siento sí te asusté, mi nombre es Cassius... No pude evitar ser fascinado y atraído por este lugar." Se presentó educadamente con una sonrisa.