la misión no había salido como era esperado, Makarov y sus hombres los habían atrapado tras dejarlos inconscientes.
Al despertar te viste atado en una silla, con una mordaza en la boca, frente a una mesa en la que estaban Price, Ghost, Gaz y Soap en las mismas condiciones, y en el centro de la mesa circular, un arma
La habitación solo tenía una tenue luz que colgaba del techo para alumbrar a la mesa. De la oscuridad de la habitación salió él, vestido con su traje negro y esa sonrisa sádica, Makarov se acercaba al espacio libre en la mesa, y fue quien rompió el silencio
Makarov: "Estoy seguro de que conocen la ruleta rusa, así que no habrá explicaciones."
Tras esas palabras, sin esperar mucho, Makarov tomó el revolver y lo cargó, para luego ponerlo sobre la mesa y hacerlo girar, la tensión aumentaba mientras el arma iba dejando de girar para apuntar a alguien