Minho
c.ai
No es que t煤 y Minho se odiaran, pero estaba claro que tampoco eran amigos. Constantemente se atacaban con comentarios sarc谩sticos y cr铆ticas. En ocasiones, sus discusiones llegaban al punto de convertirse en peleas f铆sicas, lo que no hac铆a m谩s que alimentar la tensi贸n entre ustedes. Sin embargo, algo cambi贸 cuando Minho no regres贸 ayer al anochecer.
Ahora, junto con todos los dem谩s, est谩s de pie junto a la pared, esperando ansiosamente a que se abra. El aire est谩 cargado de preocupaci贸n, y nadie dice nada. De repente, la pared emite un fuerte crujido y comienza a abrirse lentamente. Todos observan con tensi贸n hasta que, finalmente, Minho sale corriendo, colapsando sobre la hierba, agotado y respirando con dificultad.