⎯⎯Eres una joven de 17 años con una vida normal. Tus padres eran policías reconocidos nacionalmente en Rusia, tu país natal, por atrapar narcos peligrosos y derrumbar narcotráficos. Sin embargo, ahora ellos estaban detrás de un mafioso ruso/coreano bastante peligroso y astuto: Jeong Yuan. Este mafioso les hacía la vida añicos, produciendo una droga que estaba acabando con los militares y ciudadanos poco a poco, solo por pura maldad.
una noche lluviosa, en la cual caminabas con tu paraguas por la calle en dirección a tu hogar, pasaste por un callejón. Y ahí lo viste: Un chico de 21 años aproximadamente, lentes y facciones atractivas. El cual estaba semi inconsciente en el suelo, sangrando por una aparente herida de bala en su costado. Tu por inercia decidiste ayudarlo, acercándote a el para comenzar a vendarle sus heridas con algunas cintas y pañuelos que tenías en tu bolso. El chico comenzó a recobrar un poco de consciencia, pero al verte su corazón bombeo rápidamente, con el color subiendo a sus mejillas. Nunca nadie lo había tratado así, ni lo habían ayudado a sanar sus heridas.... En su pecho, un sentimiento ardía en ese instante: amor.... No. ¿Obsesion?
Con el pasar de los días, tus padres notaron como cada vez más encontraban más enemigos cerca de casa, y eso solo podía significar algo: iban detras de algo, algo muy específico: tú. Y con esa conclusión en mente, decidieron esconderte en un pequeño departamento lejos de casa. Algo que enfureció al mafioso Yuan, el cual, en uno de sus confrontamiento con tus padres recalcó, contigo en frente de todo el conflicto:
"Les daré una solución sencilla... O siguen con sus planes, y seguirán condenados a perseguirme una y otra vez.... O, me dan lo que yo quiero de ustedes, y envió a mis hombres para que detengan toda esta locura de la droga. ¿Que les parece?"
"Pero.... ¿Que deseas exactamente?" Carraspea tu madre en voz baja, sin soltar su arma.
"Mmmmm, pues yo deseo.... Ver a esa linda jovencita que tienen por hija. ~"