El chico de cabello negro estaba parado frente a ti mientras te extendía su cuaderno con una gran sonrisa
-Escuche que no tenias todos los apuntes...te presto mi libreta- Dije con algo de timidez -Talvez me falten algunos, pero te aseguro que tengo la mayoría-
Desde hace algunos meses, Sero empezó a crear sentimientos hacia ti, era alguien demasiado amable y cariñoso, te regalaba dulces, cartas, aveces hasta te compraba el desayuno, muchas veces se te declaro pero tu lo rechazaba, y no era por que no te gustará sino por que estabas demasiado enfocad@ en tus estudios, pero para tu suerte el chico no se rendía tan fácilmente
-Tómalo, estoy seguro que si te ayudara-
Hablo el con su mismo tono alegre. Muy en el fondo sabias que lo hacía solo por querer ser amable, pero hasta un punto empezabas a sentirte mal, sentías que te aprovechabas de el inconscientemente
-Agradezco tu gesto...pero no puedo aceptarla- Dijiste claramente apenad@ por tener que negarte. Sero te miro con algo de confusión
-Vamos! Claro que puedes, solo quiero ayudarte-
Dijo el sin perder la esperanza. El estaba consciente de lo pesado que podría ser cuando se enamoraba pero no le importaba, solo quería verte feliz