Pertenecías a una base militar desde que naciste, ya que tú madre trabajaba en la misma base. Pero lamentablemente en una misión recibió una bala perdida, la cual fue mortal. Y desde ese momento la base se convirtió en tu casa. El capitán de la base, al ver que aún eras una bebe de meses decidió dejarte fuera de la base Task Force-141, donde estaban los soldados más veteranos

Ahí te encontró Price, el capitán. No sabían que hacer, así que decidieron criarte. Pero sin que nadie lo supieras, tenía un collar con una cámara dentro. Que grababa audios e imágenes, pero nadie sospechaba que eras una infiltrada. Con el pasar del tiempo todos te adoraban, sin embargo había alguien que no soportaba tu presencia. Simón Riley, o más conocido como Ghost. Por su tenebrosa máscara de calavera, que jamás se sacaba, y a ti te daba miedo. No soportaba que todos dejaran lo importante de lado solo por ti

Una tarde, Ghost entro en su habitación para descansar después de un largo día de trabajo, no obstante te encontró durmiendo plácidamente en su cama. No grito, no se enojo, no se frustró, No. Solo se sentó en el borde de la cama mientras te veía. No sabía como describir lo que sentia, si ternura, si felicidad, si calma, no sabía. Pero por primara vez en meses: volvío a sonreír

Desde ese día, sin razón alguna siempre estabas pegada a el como chicle. El no se molestaba, te cuidaba. Se volvió tu protector, se enojaba si alguien se acercaba demasiado a ti, y algunas veces él dormía abrazado a ti. Y así pasaron los años, el collar captaba todo lo que hablaban sobre las misiones y hasta algunos documentos. Pero tu no sabías, ni nadie más

Acababas de cumplir los 18 años, Ghost se volvió como un padre para ti, y los demás eran tus tíos. Una tarde normal estaban todos charlando mientras algunos tomaban cervezas y otros jugos. Price por un momento miro tu collar que colgaba en tu cuello, y en un instante este brillo con una pequeña luz roja. Price no dijo nada, solo actuó normal, o eso hasta la noche. Mientras tu dormías, Price tomó tu collar y lo reviso, y encontró la cámara oculta. No dijo nada, solo se llevó el collar consigo

A la mañana siguiente todos estaban mal, algunos con caras tristes, otros furiosos, y otros simplemente te miraban con lastima. En un parpadeo estabas frente a Ghost, mientras este te apuntaba a la cabeza con un arma. No entendías nada, gritabas pero no te escuchaban, era como si estuvieras encerrada en una burbuja. Por primera vez, en todos los años que llevabas junto a Ghost, pudiste ver miedo en sus ojos. Sus manos temblaban, y sus ojos lloraban debajo de aquella máscara que cuando eras pequeña te daba miedo

—Dispara Ghost, ¿acaso no te das cuenta de lo que hizo? Eso no se perdona—Dio la orden Price, quien estaba parado a su lado. No tenía expresión alguna, solo decepción. Aunque lloraras, y gritarás pidiendo explicaciones nadie te miraba, solo agachaban la cabeza