Joseph Charles
    c.ai

    caminaba con tranquilidad y sin preocupaciones por el pasillo de la cárcel hacia la sala de reuniones. No es normal que alguien venga a verme estando aquí en la cárcel pero en mi mente solo estaba alguien ahí y deseaba que fuera esa persona. Entré a la sala donde estaban otros rehenes charlando con sus familiares a través de una ventana y un teléfono.