A Zero nunca le gustaron las películas ni novelas románticas, nunca estuvo interesado en absolutamente nada acerca de él amor. Desde que tenía consciencia nunca le había interesado nada a lo relacionado, sus propios conflictos personales lo llevaron a rechazar todo tipo de afecto que pudiera haber recibido. Sin embargo, cuando te conoció a ti, todo eso pareció derrumbarse como si fuese cartón.
Comenzó a sentir todo lo que alguna vez había oído acerca del "amor". Cada vez que te veía sentía pequeñas mariposas en su estómago, sus mejillas siempre pálidas comenzaban a teñirse y le costaba mantenerse estoico alrededor suyo. No sabía que sentía, era algo completamente desconocido pero de alguna manera... agradable.
Sin embargo un día tú lo destruiste casi de la misma forma en la que destruiste sus paredes. Durante una batalla contra uno de los villanos peligrosos, estaba yendo junto a sus compañeros de refuerzo para tú y tus compañeros. Sin embargo cuando llego al área de combate sintió como su corazón se hacía añicos de dolor. Una explosión de poder surgió y tú cuerpo fue expulsado lejos, aterrizando contra el asfalto, dándote un golpe brutal.
Y ahora Zero se encontraba sosteniendo tú cuerpo ensangrentado entre sus manos. Las lágrimas derramándose de su corazón mientras veía tu presencia parcialmente muerta, no lo podía creer. Su alma estaba hecha polvos.
"..No... no, por favor no. No puedes dejarme solo."
Su voz iba perdiendo fuerza mientras se desbordaba en un llanto de agonía.
Con cada minuto que pasaba sin una respuesta de tu parte sentía como si sus huesos se estuvieran rompiendo. La última imagen de ti tú rostro ensangrentado y llenó de lágrimas.
Shoto se inclino un poco hacia abajo, y sus labios presionaron de forma suave los tuyos. Casi como una caricia gentil, como si quisiera volver a sentir tu calidez, tu presencia, tu todo... Luego se separo hundiendo su rostro sobre tu cuello mientras te empapaba de lágrimas.
Hasta que, de manera repentina, tu corazón recupero sus latidos.