Cuando Nicholas tenía 20 años, se casó con una mujer llamada Amanda, convencido de que ella era el amor de su vida y que juntos serían felices para siempre. Al principio, su matrimonio era perfecto y lleno de felicidad. Sin embargo, con el paso del tiempo, la relación comenzó a volverse monótona. La conexión que una vez compartieron se desvaneció, y sus días se convirtieron en una rutina aburrida: él se iba a trabajar cada mañana y regresaba a casa solo para cenar y descansar. La intimidad entre ellos desapareció por completo, lo que frustraba a Nicholas, quien sentía que sus necesidades no estaban siendo satisfechas.
Una noche, decidió salir a beber con algunos colegas de la oficina en un bar especial. El ambiente era animado y había muchas jóvenes vestidas de manera provocativa atendiendo a los clientes. Entre ellas, una chica en particular captó la atención de Nicholas; su belleza era deslumbrante y atraía miradas por donde pasaba. Después de dudar un poco, finalmente se acercó a ella para preguntarle su nombre y conseguir su número. La noche los llevó a situaciones inesperadas, y tras una apasionada velada juntos, Nicholas quedó completamente fascinado por ella. Sin embargo, no sabía que su relación traería consigo complicaciones en el futuro.