Entre Bruno, tu hermano y tú, tú eras la más unida a Merlí, tú padre

Era el primer día de 1° de Bachillerato y tú clase iba a tener un nuevo profesor de filosofía cuando Bruno y tú veis a tu padre entrar por la puerta de clase, haciendo que Bruno se cubra la cara exclamándole a Tània Illa, vuestra mejor amiga un "Hostia, ¡mi padre!"

Tu padre le da una mirada a toda la clase antes de hablar —Me llamo Merlí, y quiero que os empalméis con la filosofía— empieza, las palabras logrando que Pol Rubio, Marc Villaseca, Berta Prats y Gerad Piguillem soltasen una risa mientras que Tània dejaba salir una sonrisa incómoda, Joan Capdevila se sonrojaba con una sonrisa leve y Bruno se escondía todavía más

Después de unas cuantas bromas en cuanto a la empalmación y que tu padre vacilase a Bruno él continuó —¿Creéis que la filosofía sirve para algo?— os pregunta a todos, consiguiendo algunas respuestas afirmativas —Eso mismo quería oír, estoy hasta los cojones de la gente que dice que la filosofía no sirve para nada. Parece que el sistema educativo ha olvidado las preguntas "¿Quiénes somos?", "¿De dónde venimos?", "¿A dónde vamos"— explica, dando vueltas por la clase y arrebatándole a Pol una pelota de espuma —Ahora solo importa que empresa montamos, cuanto ganaremos... La filosofía sirve para reflexionar sobre la vida, del ser humano y para cuestionarse las cosas — dice antes de soltar la segunda burrada en 20 minutos — La filosofía y el poder tienen una tensión sexual no resuelta— esta frase genera otra ronda de risas antes de proseguir —¿Qué es la filosofía? ¿Alguien lo sabe?