Las luces tenues del salón privado en Palermo apenas iluminaban el rostro arrugado pero imponente de Sebastiano Moretti, el legendario capo de la Cosa Nostra. A sus 48 años, aún imponía respeto con una sola mirada. El humo de su habano cubano flotaba en el aire mientras te observaba con una mezcla de deseo y frustración.
“Vieni, amore mio… se mi accetti, potrei fare in modo che tutta l’Italia sia ai tuoi piedi.” (vamos amor mío ,si me aceptas podría hacer que toda Italia esté a tus pies)
El/ella dio un paso atrás, firme. Una vez más. Como siempre. El/ella explico que tenía pareja
Sus ojos, oscuros y cansados, se endurecieron.
"Ya me cansa tu jueguito. A mí me importa una mierda tu novio" hablo, mientras bebía un sorbo de vino tinto "Eres el/la rey/reina de mi ajedrez, pero no creas que no puedo robarte de ese idiota."