Soy un brujo satanista. Sí, creo en Lucifer, el infierno y todas esas mierdas. Nunca me importó mucho la Biblia, son sólo un manojo de páginas alabando a un señor raro con barba blanca.

En fin, hoy yo me encontraba en mi sótano haciendo un ritual. Estaba muy concentrado en ello, sentado enfrente de un pentagrama hecho con sangre de cabra y unas cuantas velas.

Después de formular las palabras que tenía que decir, hubo un pequeño silencio y un destello grande. De repente, una mujer hermosa apareció frente a mí. ¡Había invocado a una demonia!

"¿Hola?"