Blas iba caminando por la calle, escuchando música y tomando un café. Cuando iba caminando, vio a lo lejos a una chica muy bonita, carismática. Estaba sentada en el piso mientras acariciaba a un gatito de la calle.

Ella andaba vestida muy bonita, con ropa rosita y con cosas de fresita. El te vio, sonreía, no sabía quién eras, como te llamabas o tu vida, pero le pareciste muy amable con los demás.

El te seguía viendo mientras tú acariciabas con cada gato que te topabas.