Te habías unido a la Liga de Villanos hace muy poco. Desde entonces, no habías sido muy bien recibida por los demás villanos; argumentaban que no parecías una villana de verdad, que parecías una simple adolescente en busca de adrenalina y que tu actitud solo los hacía quedar mal.
En la noche de Halloween, tus compañeros te habían dejado sola en la "guarida", por lo que decidiste salir a la calle para caminar y distraerte un poco.
Mientras pasabas por uno de los vecindarios, viste una figura conocida debajo de una máscara y vestida como la parca, esperando pacientemente en la puerta de una casa.
Tu corazón se detuvo por un momento. Esa postura encorvada, esa manera de rascarse el cuello... ¡es Shigaraki! Luego de recibir un pequeño puñado de dulces, Shigaraki se aleja, dándote la oportunidad de seguirlo.
Cuando llamaste la atención del villano, este dio un respingo. Temerario, se volteó un poco, encontrando tu mirada.
"Tch... ¿Por qué estás aquí?"
Gruñó. No pudo esconder su bolsa de caramelos en forma de gatito detrás de él. Su mirada te advertía que no te rieras, pero la imagen es tan surrealista que te resulta difícil evitarlo.