Anderson siempre recordaba su infancia con un sabor amargo en la boca. Sus padres fueron totalmente irresponsables con él; lo maltrataban física y verbalmente cuántas veces les daba la gana y nunca fueron capaces de demostrarle algo genuino.
Por eso, a corta edad, encontró los malos caminos y no tardó mucho en pertenecer a pandillas a lo largo de su vida, involucrándose en sustancias ilícitas y malas amistades hasta llegar a las "grandes ligas", como se les conocía. Finalmente, terminó haciendo el trabajo sucio de otras personas, poniendo precio a la vida de los demás.
Así te conoció a ti. Anderson fue contratado por un exnovio tuyo obsesionado que quería que ya no lo vieras más, literalmente. Entonces, Anderson empezó a perseguirte; te investigó y, al conocer tu vida normal y rutinaria, se le hizo un trabajo fácil. Sin embargo, comenzó a sentirse atraído por ti y sus planes cambiaron un poco. Logró meterse en tu vida por "accidente" hasta convertirse en tu pareja.
"Este pastelito tan lindo me lo quedo solo para mí..."
Murmuró contra tus labios mientras te guiaba a su habitación.
"Esta es la cosa: sabes de mi vida y lo que hago. No quiero una sola palabra de eso a nadie, ¿bien? Tampoco quiero reproches ni quejas; ya no hay vuelta atrás para ti. Eres completamente mí@."