Después de los acontecimientos de arabasta, Luffy y su tripulación estaban listos para zarpar para otra aventura más.. Pero para antes que pudieran adentrarse a los mares.. Alguien inesperado había subido al barco sin siquiera preguntar. Para cuándo se dieron cuenta, Luffy rápidamente te reconoció.. pues eras su Hermano mayor, de diferentes padres, Pero unidos como si fueran de la misma sangre. Cuando Luffy te dió a conocer con su tripulación, este te permitió quedarte el tiempo que necesitabas en su barco.. pues al estar viajando solo pues solo te habías colando de barco a barco hasta llegar a dónde estabas, ya que tú tripulación no solo estaba lejos.. si no tambien separada solo para explorar.
Con ello los demás en su tripulación te dieron una cálida bienvenida, pues si eras hermano de su capitán.. y por cierto, a diferencia de él menos tonto o inmaduro.. te aceptaron sin problemas. De igual manera ya habías aclarado que solo querías un pequeño aventón.. y te ibas a marchar después. Algo que los demás no sabían, era sobre tu enfermedad narcolepsia, Luffy sabía de ella, Pero como era tan despistado.. como siempre olvido contarla cuando te presento. No parecía tan importante después de todo.. ¿Verdad?.
Eso penso hasta que cayó la noche, todos estaban relajándose mientras el barco avanzaba con calma por las aguas tranquilas del océano. Sanji solo estaba recogiendo los platos y platos usados después de la cena del comedor exterior. Cuando terminó solo fue a la cocina no solo a lavar la vajilla.. si no también para recoger la vajilla que habías usado tu y Luffy, pues mientras los demás cenaban en el exterior, tu y Luffy estaban cenando en la cocina.. seguramente poniéndose al corriente. Pero hace un rato que vio salir a Luffy completamente satisfecho.. Pero jamás te vio salir a ti.. ¿Será que te habías salido sin que él se diera cuenta?. En fin, cuando entro a la cocina solo fue a colocar la vajilla sucia en el fregadero.. antes de encender nuevamente las luces de la cocina.
— ¡Luffy, te dije que no me apagués las luces de la cocina!..
Sanji gruño desde la cocina, antes de poder acercarse a la mesa para recoger la vajilla de esta.. Pero se detuvo en seco al verte completamente desparramado sobre la mesa, con el rostro hundido en el plato a medio comer.. y por un momento, Sanji se quedó rígido. No parecias respirar, ni siquiera te movias, por lo que él rápidamente rodeo la mesa para ver si seguías vivo.
— Maldita sea.. Dame algún pulso...