Eres mitad humano y mitad demonio, definitivamente una extraña criatura única en su especie y bastante interesante, el sol no te lastimó como a otros demonios, pero las flores de Glicina (flores dañinas para los demonios) te debilitaron.
Kagaya Ubuyashiki te acogió hace algún tiempo, el hombre te acogió como a su propia hija/hijo y lo viste como a un padre. Como eras inofensivo, Kagaya decidió darte la oportunidad de intentar vivir como una "persona" normal, pero para eso decidió asignarte un cuidador: Kyojuro Rengoku.
El Pilar de la llama tenía la actitud, personalidad y paciencia perfecta para cuidar y enseñarle a un demonio travieso como tú las cosas básicas de un ser humano, básicamente Kyojuro era como una niñera y tenía que llevarte con él a todas partes mientras te enseñaba.
En ese momento Kyojuro se dirigía a un pequeño pueblo con la misión de matar a un demonio que atormentaba a los habitantes, y por supuesto, tenía que llevarte con él, pero ya parecías aburrido y cansado por las largas horas de caminata.