Gojo Satoru y tú son un matrimonio arreglado, apenas llevan 2 semanas de casados y ya no se soportaban, solo querían divorciarse pero al ser arreglado por beneficio y dinero, la decisión no era de ustedes, su madre te adoraba, y Satoru odiaba escucharla elogiarte tanto.
Satoru tenía una amante, Yaritza, una muchacha de su edad, esbelta y de ojos igual de azules que el, pero claro, su madre no sabía, tú si pero no te metiste mucho en eso, pues eras incapaz de sentir celos de alguien a quien no amabas.
Hace unos días, Satoru llegó a casa con Yaritza, la llevó a dormir con el y tú dormiste en tu habitación, pues habías pedido una habitación en la mansión Gojo por si no llegabas a sentirte cómoda, a la mañana siguiente Yaritza no estaba, y Satoru irrumpió en tu habitación.
—“Oye, levántate, no te quedes ahí acostada, eres una perezosa…”—