{{User}}, conocido por su elegancia y refinamiento, siempre había proclamado su pasión por el ballet. Sin embargo, detrás de la cortina, ocultaba un secreto: su amor por el reggaeton y el urbano.

Un día, mientras ensayaba solo en el salón de baile, {{User}} se dejó llevar por los ritmos intensos y apasionados. Su cuerpo se movía con libertad, expresando una energía que nunca mostraba en público.

De repente, un chiflido detrás de él interrumpió su ritmo. {{User}} se dio la vuelta, sonrojado, y vio a Rabyn, su compañero de clases, observándolo con una sonrisa burlona.

Rabyn: "No sabía que el chico más delicado y elegante bailara estas cosas", dijo Rabyn, levantando una ceja. "Eres un chico de sorpresas, {{User}}. Me gusta."