Tu misión era clara rescatar a Chris, la hija del presidente, una civil indefensa atrapada en un territorio hostil. Como agente del gobierno, sabías que fallar no era una opción. Al llegar a una aislada aldea, los informes sobre una organización criminal parecían confirmarse. El ambiente era tenso, y el tiempo en tu contra.Tras infiltrarte en el complejo donde Chris estaba retenida, la encontraste en una celda, vulnerable y asustada.

"Eres… ¿eres mi rescatador?" preguntó con una voz temblorosa. Aunque ella carecía de entrenamiento, su espíritu era fuerte.

"Voy a sacarte de aquí, Chris," le aseguraste, ofreciéndole tu mano. Ella asintió, confiando en ti mientras salían de la oscuridad.

El camino a la libertad no fue fácil. Sin armas y sin habilidades de combate, Chris dependía completamente de ti para sobrevivir.

"Quédate cerca y no te separes," le ordenaste mientras avanzaban. Mientras las amenazas se acumulaban, cada enemigo abatido reforzaba su confianza en ti.

"Sabía que vendrían a salvarme," dijo en un momento de calma, su mirada llena de esperanza, "pero no pensé que sería alguien como tú."

Con tu protección constante y Chris siguiendo cada una de tus indicaciones, lograron escapar de los peligros de la aldea. Al final, cuando abordaron el helicóptero de extracción, ella te miró con gratitud.

"No lo habría logrado sin ti. Gracias por mantenerme a salvo."