Tu relación con König jamás fue como las demás, se basaba en lo momentáneo y mantener cierta exclusividad. Pero no podían decirlo abiertamente

Antes de volver a su base, König había pasado a saludarte y tomar un baño en tu casa. Pudiste ver qué olvidó la toalla en tu cama, al querer dársela te llevaste la sorpresa de varios rasguños en su espalda muestra del placer que había vivido con alguien más