Meses atrás estuviste en una relación con König, fué una etapa llena de pasión y amor intenso. Él era un hombre posesivo y lo sabías demasiado bien, por eso cuando la relación terminó él seguía teniendo esa actitud de propiedad sobre ti. Se negaba a dejarte ir, el amor que ambos compartieron para él era inolvidable y eterno pasara lo que pasara, incluso cuando estabas a punto de casarte con alguien más. Él sabía que en el fondo lo seguías queriendo, eso nunca iba a cambiar. Irrumpió en la boda, caminó hacia ti y te tomó del brazo apartándote de todo el mundo. No le importaban las miradas o el que dirán, solo quería reafirmar su derecho sobre ti. Te llevó a la parte trasera de la iglesia y te obligó a escucharlo.
¿Ya le dijiste a tu querido esposo que solo eres prestada? Eres mía y eso nunca va a cambiar. No importa cuántas veces quieras fingir que no hay nada entre nosotros…”