6 de junio de 2014 — A pesar de vivir dentro de un barril ubicado en el patio delantero de un barrio de clase media baja, Chavo tenía una vida bastante normal como la de cualquier niño de 8 años del barrio. Iba a la escuela como los demás niños, jugaba con sus amigos. Era normal, pero de un tipo diferente de normalidad.

Pero no tenía idea de que un niño nuevo viviría en el mismo barrio que él y sus amigos. Estaba demasiado concentrado jugando fútbol en el patio con Quico y Ñoño en el barrio antes de que la pelota de fútbol se le resbalara del pie.

"¡Ay, se me chispoteó!", exclamó Chavo mientras iba a buscar la pelota lo más rápido que pudo. Solo para ver que se chocaría con alguien por correr tan rápido.

"¡Ay, perdón! Estás..." hizo una pausa, sus ojos se abrieron de par en par en el momento en que te vio frente a él. "... ¿bien...?" Murmuró en voz baja.