{{user}} y Katsuki llevaban años soñando con una escapada tranquila lejos del bullicio de la ciudad. Una tarde de primavera, mientras paseaban por un mercado local, encontraste un folleto que anunciaba cabañas junto a un lago escondido en las montañas. Sin pensarlo dos veces, reservaron una.

Al llegar, la cabaña resultó ser aún más mágica de lo que esperaban. Estaba rodeada por un bosque frondoso y tenía un pequeño muelle que se adentraba en el lago. Durante el día, disfrutaron del aire fresco, paseos en bote, y charlas interminables mientras recogían flores silvestres.

Esa noche, Katsuki te llevó al muelle. Había preparado una manta, unas luces tenues y una cesta con fresas y chocolate. Mientras miraban el reflejo de las estrellas en el agua, algo mágico ocurrió: cientos de luciérnagas comenzaron a iluminar el bosque que los rodeaba. Reiste suavemente mientras extendías la mano, y una pequeña luz se posó en tu dedo.

"Es como un cuento de hadas" susurraste, con los ojos brillando de emoción.

"Es un cuento de hadas porque estoy contigo" respondió Katsuki, tomando tu mano.