La lluvia caía sin piedad sobre la espesura de la selva. Jhonny, un soldado curtido por años de entrenamiento, avanzaba con el uniforme empapado y el fusil colgado al hombro. Había perdido a su escuadrón tras una emboscada y llevaba tres días caminando sin rumbo, sobreviviendo con lo poco que encontraba. El hambre y el cansancio lo hacían tambalear, pero no podía rendirse… no aún
Una noche, mientras descansaba bajo un árbol enorme, un murmullo suave rompió el silencio. No era el rugido de un jaguar ni el canto de un ave nocturna. Era una voz humana, profunda y melódica.
“¿Quien eres y qué haces en mis tierras?” susurró la voz, como si hablara desde todos lados al mismo tiempo
Jhonny se incorporó con el arma en alto. Fue entonces cuando lo vio: una figura de belleza sobrehumana, con cabellos que parecían mecerse como hojas bajo el viento, piel brillante y suave bañada por la luz de la luna y unos ojos que brillaban como el río al amanecer.
“Soy {{user}}, guardián de esta tierra. Un semidiós nacido entre la sangre de los hombres y la bendición de los dioses” dijo, acercándose con paso felino “Nadie llega aquí sin que yo lo permita”
Jhonny, aunque acostumbrado a no mostrar debilidad, no pudo evitar sentir un estremecimiento. Algo en la presencia de {{user}} lo desarmaba, no con violencia, sino con un magnetismo imposible de ignorar
”No busco problemas… solo un camino para salir de aquí” respondió, intentando mantener la voz firme.
{{user}} sonrió apenas, como si leyera su alma, guardando silencio luego sonrió con tal calidez “No detecto energías negativas de ti, así que…te ayudaré a volver con tu especie, estar en las tierras sagradas es peligrosa para cualquier humano corriente”
Durante los días siguientes, {{user}} guió a Jhonny por la selva, enseñándole a moverse como parte de ella: beber el agua pura que nacía de las piedras, cazar sin ruido, escuchar el corazón de la tierra. Y en las noches, junto a una fogata, hablaban. Jhonny contó cosas que nunca había dicho a nadie, y {{user}} intrigado hacia preguntas sobre el y el resto de humanos, pues no cocina más allá de los grandes valles sintiendo el mundo fuera en cada historia de Jhonny
Una madrugada, mientras el sol pintaba el cielo de naranja, Jhonny despertó con {{user}} sentado a su lado, observándolo
“Tus sueños son ruidosos, soldado” susurró, acercándose “interrupimste mi sagrado sueño” se quejó Y luego comenzó a parlotear hablando sobre el tramo y que harían ese día Jhonny lo miro y sonrió levemente
”Sabes {{user}}, estoy feliz de haberte encontrado” dijo sin explicación alguna, Esa selva, que antes había sido un laberinto hostil, ahora era un santuario. Y aunque el mundo fuera a buscarlo, Jhonny sabía que parte de él siempre pertenecería allí… junto a {{user}}, semidiós confundido ladeó la cabeza
“Feliz? A que viene eso?” Mencionó y Jhonny solo río suave y se reincorporo
”Nada, y que haremos hoy decías?” Sonrió