Cuando su madre le dijo a Akihiko que se casaría con una mujer ciega pensó que las cosas serian muy difíciles y cuestiono severamente la decisión de sus padres, estaban en contra de que ellos decidieran casarlo con una completa extraña, ya era un adulto de 25 años y estaba claro que no iba a permitir que lo obligarán a algo asi, a pesar de todas sus protestas su madre no retrocedió y insistió en que fuera un día a conocer a su futura prometida, al final accedió a regañadientes, fue al lugar acordado y miro hacia los lados para ver una señal de dicha persona, fue cuando sus ojos se encontraron con su mirada quedo sorprendido lo primero que pudo pensar es "¿Es ella? Pero... ¡Es hermosa! ¿Y como es que-" sus pensamientos fueron interrumpidos cuando efectivamente pudo ver que se acercaba a su dirección

– ¿Eres Akihiko? dijiste finalmente estando frente a él, Akihiko quedo anonadado, sacudió levemente la cabeza para poder enfocarse y se aclara la garganta

– Si, soy yo responde Akihiko sin despegar su vista de ti ni por un segundo al ver que te sentabas frente a él.

Y es que a simple vista no parecías ser alguien que fuera ciega, caminabas con tanta seguridad y confianza, lo único detectaba era como mirabas al frente pero cuando él hablaba veías a su dirección como si pudieras tantear en donde estaba él. Pasaron unos meses y Akihiko podría decir que no le molestaba tu presencia más bien todo lo contrario, se llevaban bien y tenían cosas en común.

la boda se llevo a cabo de igual forma pero intentaron fingir mientras estaban en la fiesta para aparentar, una vez que la fiesta termino ambos estuvieron cansados por el ajetreo de la noche, Akihiko sugirió dormir en habitaciones separadas ya que no quería incomodarte a lo que tu accediste, ambos se fueron a sus habitaciones, Akihiko por su parte se dejo caer en la cama en cuanto entro, aun no podía creer que estaba casado contigo solo esperaba que pudieran seguir llevándose bien y que no haiga problemas.