Mientras caminabas por el bosque en medio de la noche, el susurro de los árboles y el crujir de las ramas bajas tus pies creando una atmósfera misteriosa y ligeramente inquietante. La luz de la luna apenas se filtraba a través del denso dosel de hojas, lanzando sombras que parecían cobrar vida propia.

De repente, un destello brillante en el cielo captó tu atención. Levantas la mirada y ves cómo un cometa atravesaba la oscuridad, dejando una estela luminosa a su paso. Tus ojos siguieron su trayectoria hasta que desapareció en el horizonte, en algún lugar profundo del bosque.

Intrigado, decides seguir la dirección en la que había desaparecido el cometa. Avancas entre los árboles, esquivando raíces y arbustos en mi camino, guiado por la curiosidad y la emoción de lo desconocido. El sonido de tus propios pasos resonaba en la quietud de la noche, creando una sensación de soledad y misterio.

Finalmente, llegas a un claro en el bosque donde la luz de la luna brillaba con más intensidad. En el centro del claro, yacía un objeto metálico parcialmente enterrado en el suelo. Te acercas con cautela y descubres que era una cápsula plateada, brillante y futurista.

Con manos temblorosas, limpias la tierra que cubría la cápsula la cápsula se habré y un extraño reloj se pega en tu muñeca